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Detección de nuevas construcciones

El ICGC detecta nuevas construcciones con la realización de vuelos LiDAR

Comparación de la cubierta de un edificio, en dos vuelos LiDAR, donde se observa una nueva construcción

La regulación de las construcciones que se realizan tanto en zonas urbanas como rurales es vital para la sostenibilidad del territorio.

Sea por desconocimiento o para evitar el pago de impuestos, algunos propietarios construyen nuevos elementos arquitectónicos como casas, piscinas o cubiertos, sin notificarlo a la administración pertinente, incumpliendo así las normativas existentes.

También con el objetivo de evaluar las actuaciones que se han realizado en un determinado periodo, la detección de nuevas construcciones se plantea como una tarea necesaria para la gestión del territorio.

 

Alternativas

Aunque se podrían detectar nuevas construcciones mediante la comparación visual entre fotografías aéreas de diferentes fechas, este método supondría un elevado volumen de trabajo con resultados de escasa completitud, y la técnica de restar imágenes difícilmente funcionaría, siendo necesaria, además, la creación previa de ortofotos estrictas.

Una solución más eficiente pasaría para comparar automáticamente modelos de elevaciones obtenidos a partir de vuelos LiDAR realizados en diferentes fechas, detectando de esta forma diferencias en altura de forma casi directa.

También se podrían utilizar sensores hiperespectrales, pero este método estaría más encarado a detectar cambios de cubiertas y seguiría siendo necesaria cierta ortorectificación.

 

Descripción de la solución

La técnica del ICGC para detectar nuevas construcciones se basa en la realización de vuelos LiDAR en diferentes fechas, habitualmente a unos 2.000 m de altura y recogiendo 2 puntos / m2.

Hay que remarcar que el ICGC aplica un ajuste de pasadas desarrollado específicamente para corregir los errores en altura que pueden tener los puntos LiDAR y lograr así una elevada precisión.

En cualquier caso, estos vuelos suelen hacerse combinados con cámara óptica para poder revisar y clasificar posteriormente, de forma visual, los elementos detectados.

Una vez se dispone de los puntos LiDAR se clasifican distinguiendo los edificios por cada vuelo, aplicando algoritmos que automatizan en parte esta tarea (ajuste de puntos coplanares, etc.).

Después se construye el modelo de diferencias y se aplican una serie de operaciones para distinguir, por ejemplo, puntos desplazados más de 2 m (en altura) entre dos fechas de captura. Esto no sólo permite delimitar nuevos elementos, sino también disponer de su tamaño.

La delimitación de los elementos que han cambiado se superpone a fotografías aéreas simplificando de esta forma la detección y clasificación de las construcciones que se buscan. Al ser información georeferenciada, también se puede cruzar con datos catastrales y administrativas para concretar las acciones a emprender.

Esta misma técnica puede servir para calcular movimientos de tierras y otros cambios volumétricos importantes del territorio

Representación de una zona urbana con de datos LiDAR de dos vuelos diferentes, para detectar nuevas construcciones

 


Proyectos realizados

  • Detección de nuevas construcciones para el Ayuntamiento de Barcelona

 

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